Los dos comparten características semejantes, que podríamos denominar como las bases del personaje del vampiro las cuales todos reconocemos como propio de la figura, a consecuencia de la repercusión mediática:
- La rapidez y la fuerza sobrehumana
- La capacidad de ver y oír mucho mas desarrollada que la de los humanos
- El aumento de sus poderes y energía al alimentarse de sangre humana
- La aptitud de dominar las mentes de sus víctimas y del total control de estas
Podríamos considerarlas propiedades indispensables en los vampiros, ya que caracterizan al personaje y lo convierten en un ser sobrenatural. Aunque coincidan en varias cualidades, el representante del vampiro moderno, en este caso Edward, no es una fiel réplica en lo que a poderes se refiere. Mantiene, como hemos observado, los rasgos más significativos, pero poco a poco se va alejando de la figura de Drácula.
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Fotograma de la película “Crepúsculo”. En él, Edward (izquierda) acaba de salvar a Bella (derecha) de ser arroyada por una furgoneta, haciendo uso de su fuerza sobrehumana. |
Así como el vampiro de Stoker posee la capacidad de controlar acontecimientos meteorológicos, de convertirse en varios animales salvajes y de la adivinación por la evocación de los muertos, es decir, necromancia, la figura de Edward no mantiene ninguno de estos rasgos. En vez de ello, el poder que le caracteriza y lo diferencia frente al resto de los vampiros comunes, es su telepatía, la capacidad para leer mentes.
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Fotograma de la película “Drácula”, adaptación de F. F. Coppola de la obra original de Bram Stoker |
Me parece muy interesante el hecho de comparar los vampiros de hoy en día y los antiguos, me parece interesante sobre todo porque Dracula siempre me pareció uno de los mejores personajes que existen.
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