Blog dedicado al estudio de las diferencias y similitudes entre los primeros vampiros literarios y los actuales, tomando como base la obra maestra de B. Stoker, Drácula y la exitosa saga de S. Meyer, Crepúsculo; con el fin de analizar la evolución de la visión de la sociedad a cerca de esta criatura a lo largo de los siglos.

lunes

Introducción al trabajo de investigación

 Muchas son las novelas que atraen lectores por su carátula, por su autor, por la sinopsis (a veces, mejor escrita que el propio libro) o simplemente por ser un éxito de ventas. Pero son pocas las que logran la etiqueta de “clásico de la literatura”; Drácula es una de ellas.

Vampiros: Misteriosos, oscuros, inmortales, casi indestructibles. Reúnen todos los ingredientes para cocinar una gran novela, un mundo de leyenda al cual poder escapar, huyendo, así, de la rutina diaria. Dejar a un lado tu realidad para leer eso que sabes que nunca ocurrirá, pero que en ese período en el que te dejas absorber, se convierte en tu propia vida.
Sin embargo, existió una época en la historia de la humanidad en la que ese mito que hoy consideramos fantástico, sirvió para explicar muchos de los fenómenos que la sociedad aún no era capaz de entender: raras enfermedades, inexplicables desapariciones, muertes en extrañas circunstancias y miedos incontrolables hacia lo desconocido fueron los elementos que alimentaron la propia leyenda, que terminaría siendo, como sus protagonistas, inmortal. Fue B. Stoker el encargado, en 1894, de que así fuese, a través de lo que luego se convertiría en un “clásico”, que aún hoy sigue siendo un best seller “de los que enganchan – literalmente – por el pescuezo”1. El propio Oscar Wilde en 1897 definió la novela como “La mejor del siglo”.



Y eso es lo fascinante, que tras siglos de cambios sociales, económicos, políticos, ideológicos, de guerras y revoluciones, de descubrimientos científicos y médicos, la figura del vampiro, cuyo origen creen algunos se remonta incluso a la Grecia Antigua, lejos de quedar en el olvido, se ha ido expandiendo a lo largo del tiempo y del espacio hasta la actualidad. Es más, tal ha sido su repercusión que incluso se han llegado a crear tribus urbanas identificadas estética e ideológicamente con estos personajes.



Pero, ¿realmente se ha conservado el mito tal y como Bram Stoker lo dejó reflejado en su novela? ¿o se ha ido adaptando a los citados cambios históricos hasta tal punto que ya no podemos reconocer al Drácula original en los vampiros de hoy? ¿Fue el objetivo de Stoker al documentar la leyenda el mismo que hoy tienen las diversas productoras cinematográficas, editoriales, discográficas y marcas de ropa al explotarla?
Estas cuestiones son las que pretendo analizar y esclarecer en el siguiente trabajo de investigación. No obstante, ya que el mito tiene sus raíces en tiempos tan antiguos que ni si quiera se conocen con exactitud, por no estar documentado, he limitado el campo de investigación a una determinada época, contexto geográfico y dos de las siete artes. Es decir, el trabajo se trata de un análisis comparativo de la evolución de la tradición vampírica, desde la creación de la primera reconocida obra escrita centrada exclusivamente en la figura de Drácula (1894), hasta hoy en día, con el abrumador éxito de la saga Crepúsculo o la serie de televisión True Blood. Me centraré, sobre todo, en la literatura escrita y, de manera tangencial, en el cine y televisión.



Por un lado, el análisis literario estará fundamentado en el estudio de algunas de las obras más representativas del género, teniendo como eje central la obra Drácula de B. Stoker, origen escrito de la figura del vampiro, y la saga Crepúsculo de S. Meyer, representativo actual.



Así mismo, la creación cinematográfica del director Francis Ford Coppola, Drácula (1992) y las adaptaciones al cine de la colección de S. Meyer (2008-2010), nos servirán como soporte gráfico en el cotejo de las dos figuras vampíricas, ya que ambas son versiones en gran parte fidedignas a los libros.



Finalmente, debido a que se trata de un trabajo de investigación objetivo y analítico, haremos una breve alusión a otros títulos de creaciones actuales, con intención de enriquecer y completar las ideas que se irán exponiendo. Tales como Crónicas Vampíricas (Anne Rice, 1976-2003), Déjame entrar (film de Tomas Alfredson, 2008), True Blood (serie de televisión creada por Alan Ball, 2008-2010, basada en la novela The Southern Vampire Mysteries, de Charlaine Harris, 2001).



Con los diferentes análisis y comparaciones realizadas, concluiremos el trabajo con el planteamiento de la solución a la hipótesis: ¿sigue la figura de Drácula viva en las adaptaciones actuales?