Blog dedicado al estudio de las diferencias y similitudes entre los primeros vampiros literarios y los actuales, tomando como base la obra maestra de B. Stoker, Drácula y la exitosa saga de S. Meyer, Crepúsculo; con el fin de analizar la evolución de la visión de la sociedad a cerca de esta criatura a lo largo de los siglos.

lunes

Planteamiento

En esta nueva entrada se presenta el planteamiento de el trabajo: las partes que se desarrollarán y los procedimientos que se llevarán a cabo para realizarlo.


PLANTEAMIENTO


Para realizar la investigación y poder llegar a una conclusión, primero analizaremos la novela de Stoker, creadora del mito sobre la que basaremos el trabajo: Drácula.




Ya que una novela no nace de la nada, sino que es la respuesta a un entorno y una situación que el autor vive, para llegar a comprender el porqué de las características del inmortal personaje de la obra maestra de Bram Stoker, deberemos indagar primero en las raíces de esta, es decir, nos referiremos brevemente a la leyenda previa y a su incierto origen.



En segundo lugar realizaremos un recorrido por la propia biografía del autor y las bases en las que fundamentó su estudio y proyecto. Asimismo, examinaremos esos elementos y características que forman el vampiro que Stoker creó.



Ya que el objetivo es esclarecer si realmente se conserva la figura del vampiro tal y como Stoker lo definió en su obra, determinaremos diferentes aspectos de este y los compararemos con personajes que hoy día inundan el mercado de la literatura, así como la ya citada saga de Crespúsculo.



Una vez finalizada la comparación de las cualidades de cada personaje, la creada por Bram Stoker en 1894, Drácula, y la de la autora Stephenie Meyer, Edward, haremos una breve alusión a diferentes obras y películas que reflejan estas características, con intención de ampliar el campo de investigación e ir más hallá de los escogidos como referentes.



Con la parte más teórica resuelta, intentaremos demostrar la tesis del trabajo por medio de un marco comparativo, estableciendo relaciones y característica que diferencien la figura actual del vampiro y la de Stoker. Será en esta parte de la investigación en la que encontraremos respuesta a la hipótesis planteada al principio del trabajo.



Por último, como proyecto final del trabajo, se abrirá un blog en el que se publicará la investigación, donde posibilitaremos a los lectores a comentar los diversos debates que puedan plantearse. Las encuestas que se realicen serán expuestas aquí y los navegantes podrán contribuir con sus respuestas a la ampliación del campo de trabajo, aportando una visión actual y cercana, sin limitar el estudio a la mera recopilación de datos bibliográficos.



Con esta investigación, tanto teórica como práctica, podremos demostrar y aclarar si el personaje del chupasangre no ha cambiado sus rasgos esenciales y tan solo ha transformado su imagen acorde con los tiempos o si, en cambio, solo la etiqueta de “Vampiro” es el que sobrevive.

sábado

Encuesta

Ya que la tesis de mi trabajo consiste en demostrar o rechazar que la figura de Drácula sigue viva hoy en día en la literatura, habiendo escogido para ello como obra representativa la de Stephenie Meyer, he decidido crear una encuesta y publicarla en el blog, abierta a cualquier curioso dispuesto a hacerla y contribuir así en este trabajo. Para ello, me he servido de una página cuya función es la de facilitar la creación de cualquier tipo de encuesta o cuestionario llamada e-encuesta1. A la hora de escoger las preguntas, me he centrado en averiguar cuál es la concepción de diferentes personas de la figura del vampiro, y estas son las cuestiones, que espero, respondais con sinceridad para contribuir en esta investigación:
 
1Dirección: http://www.e-encuesta.com/index.do

lunes

Introducción al trabajo de investigación

 Muchas son las novelas que atraen lectores por su carátula, por su autor, por la sinopsis (a veces, mejor escrita que el propio libro) o simplemente por ser un éxito de ventas. Pero son pocas las que logran la etiqueta de “clásico de la literatura”; Drácula es una de ellas.

Vampiros: Misteriosos, oscuros, inmortales, casi indestructibles. Reúnen todos los ingredientes para cocinar una gran novela, un mundo de leyenda al cual poder escapar, huyendo, así, de la rutina diaria. Dejar a un lado tu realidad para leer eso que sabes que nunca ocurrirá, pero que en ese período en el que te dejas absorber, se convierte en tu propia vida.
Sin embargo, existió una época en la historia de la humanidad en la que ese mito que hoy consideramos fantástico, sirvió para explicar muchos de los fenómenos que la sociedad aún no era capaz de entender: raras enfermedades, inexplicables desapariciones, muertes en extrañas circunstancias y miedos incontrolables hacia lo desconocido fueron los elementos que alimentaron la propia leyenda, que terminaría siendo, como sus protagonistas, inmortal. Fue B. Stoker el encargado, en 1894, de que así fuese, a través de lo que luego se convertiría en un “clásico”, que aún hoy sigue siendo un best seller “de los que enganchan – literalmente – por el pescuezo”1. El propio Oscar Wilde en 1897 definió la novela como “La mejor del siglo”.



Y eso es lo fascinante, que tras siglos de cambios sociales, económicos, políticos, ideológicos, de guerras y revoluciones, de descubrimientos científicos y médicos, la figura del vampiro, cuyo origen creen algunos se remonta incluso a la Grecia Antigua, lejos de quedar en el olvido, se ha ido expandiendo a lo largo del tiempo y del espacio hasta la actualidad. Es más, tal ha sido su repercusión que incluso se han llegado a crear tribus urbanas identificadas estética e ideológicamente con estos personajes.



Pero, ¿realmente se ha conservado el mito tal y como Bram Stoker lo dejó reflejado en su novela? ¿o se ha ido adaptando a los citados cambios históricos hasta tal punto que ya no podemos reconocer al Drácula original en los vampiros de hoy? ¿Fue el objetivo de Stoker al documentar la leyenda el mismo que hoy tienen las diversas productoras cinematográficas, editoriales, discográficas y marcas de ropa al explotarla?
Estas cuestiones son las que pretendo analizar y esclarecer en el siguiente trabajo de investigación. No obstante, ya que el mito tiene sus raíces en tiempos tan antiguos que ni si quiera se conocen con exactitud, por no estar documentado, he limitado el campo de investigación a una determinada época, contexto geográfico y dos de las siete artes. Es decir, el trabajo se trata de un análisis comparativo de la evolución de la tradición vampírica, desde la creación de la primera reconocida obra escrita centrada exclusivamente en la figura de Drácula (1894), hasta hoy en día, con el abrumador éxito de la saga Crepúsculo o la serie de televisión True Blood. Me centraré, sobre todo, en la literatura escrita y, de manera tangencial, en el cine y televisión.



Por un lado, el análisis literario estará fundamentado en el estudio de algunas de las obras más representativas del género, teniendo como eje central la obra Drácula de B. Stoker, origen escrito de la figura del vampiro, y la saga Crepúsculo de S. Meyer, representativo actual.



Así mismo, la creación cinematográfica del director Francis Ford Coppola, Drácula (1992) y las adaptaciones al cine de la colección de S. Meyer (2008-2010), nos servirán como soporte gráfico en el cotejo de las dos figuras vampíricas, ya que ambas son versiones en gran parte fidedignas a los libros.



Finalmente, debido a que se trata de un trabajo de investigación objetivo y analítico, haremos una breve alusión a otros títulos de creaciones actuales, con intención de enriquecer y completar las ideas que se irán exponiendo. Tales como Crónicas Vampíricas (Anne Rice, 1976-2003), Déjame entrar (film de Tomas Alfredson, 2008), True Blood (serie de televisión creada por Alan Ball, 2008-2010, basada en la novela The Southern Vampire Mysteries, de Charlaine Harris, 2001).



Con los diferentes análisis y comparaciones realizadas, concluiremos el trabajo con el planteamiento de la solución a la hipótesis: ¿sigue la figura de Drácula viva en las adaptaciones actuales?