Blog dedicado al estudio de las diferencias y similitudes entre los primeros vampiros literarios y los actuales, tomando como base la obra maestra de B. Stoker, Drácula y la exitosa saga de S. Meyer, Crepúsculo; con el fin de analizar la evolución de la visión de la sociedad a cerca de esta criatura a lo largo de los siglos.

domingo

Limitaciones

Otro aspecto a tener en cuenta son las limitaciones de cada personaje, ya que los dos podrían compartir restricciones y así tener un punto en común, negando en cierta manera la total desaparición de la figura de Drácula. A la hora de analizar estos aspectos, dividiremos en dos grupos los tipos de limitaciones: las físicas y las contextuales (las impuestas por el entorno).



En lo referente a remedios para hacer frente a los vampiros, todos reconocemos como iconos de protección el ajo, las cruces sagradas, las hostias consagradas... fórmulas para mantener lejos a los vampiros, para ahuyentarlos y deshacernos de ellos, recetas que permanecen arraigadas en nuestra sociedad y que S. Meyer no cita en su saga. Para personaje de la autora, ni la tierra sagrada de su país le es necesaria para viajar, ni la luz del día puede serle mortal, en vez de ello, al contacto con los rayos del sol su piel se ilumina y brilla como un diamante, dejando al descubierto su condición de vampiro.



Fotograma de la película “Crespúsculo” dirigida por Ctherine Hardwicke, basada en la tetralogía original de S. Meyer. En él, se puede observar a Edward (vampiro principial de la saga) expuesto a los rayos solares y su piel brillar.






Con respecto a las barreras contextuales, las tornas cambian, es ahora Drácula el que posee mas libertad, ya que él es el único jefe y creador, entretanto, Edward vive bajo las órdenes del clan que gobierna su área, pendientes de las restricciones y pactos con otros seres, como los hombres lobo.

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